¿Te sentías responsable de la relación de tus padres?
En esta ocasión comparto, qué es sentir y ser un niño bisagra. La experiencia de muchos niños que, en lugar de ocupar una posición de dependencia y cuidado natural en su infancia, asumieron una responsabilidad prematura hacia sus padres, como si fueran ellos quienes debieran cuidarlos o protegerlos emocionalmente. Esto puede derivar en lo que comúnmente se conoce como “parentificación”, un fenómeno donde el niño asume roles emocionales o físicos de adulto, lo que puede dejar huellas profundas en su desarrollo psicológico.
- El niño bisagra cree que si él no existiera o no se esforzara en mantener la armonía, sus padres se habrían separado. Siente una inmensa responsabilidad emocional sobre la relación de sus padres, lo que le causa gran sufrimiento.
Aunque el deseo del niño de mantener la unidad familiar es una fantasía emocional basada en su necesidad de estabilidad, en muchos casos esa idea se ve reforzada por los propios padres a través de comentarios imprudentes como: “Si no fuera por los hijos, ya me habría divorciado”. Esto puede generar un gran sentido de culpa y ansiedad en el niño.
Te invito a reflexionar, ya no solamente de cara a nuestros hijos, sino sobre tu propia infancia, explorando si en algún momento te sentiste responsables de la relación de sus padres y cómo eso pudo haber afectado tu desarrollo emocional.
¿Crees que la relación de tus padres influyó en tu forma de ver las relaciones hoy en día?.
¿Alguna vez sentiste que eras el motivo por el que tus padres seguían juntos?.
¿Te hicieron comentarios como ‘Si no fuera por ti, ya me habría separado?, ¿Cómo te hicieron sentir?
¿Cargaste con la responsabilidad de mantener la paz en casa cuando eras niño?.
